Cerro Austria
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Estaba afuera de la carpa, absorbiendo sol y comiendo avena con jugo de manzana mientras leía en el kindle “Los 12 Filos”, cuando llegó la cordada.
Después de los abrazos y la puesta al día sobre los respectivos viajes, nos acomodamos en el campamento que ahora era para dos personas. El resto del día se nos fue en algunas caminatas y planificar lo que venía, algunos cerros eran más menos obvios, pero tenía que convencer a Fernanda de la idea de una ruta nueva al Austria -lo que parecía fácil- y la no tan llamativa idea de ir al Eslovenia pasándose al valle de al lado, lo que parecía una de esas jugadas alocadas que hacemos de vez en cuando...
Al final decidimos ir viendo como se daban las cosas, pero si o si, el primer objetivo quedo en la cara sur del Austria, no es común encontrarla tan nevada, había que aprovechar la oportunidad.
Partimos al día siguiente con las primeras luces del alba, retrocedimos por el sendero bordeando la laguna Chiar Kotta hasta llegar a las instalaciones de los primeros refugios, acá no continuamos bajando como cuando fui al Cuchillo Khuno, sino que nos desviamos rodeando la laguna y pasando cerca de las casas y carpas de las expes comerciales que alojan aquí.
Seguimos subiendo, disfrutando las luces del nuevo día, había un sendero muy claro que no esperábamos encontrar, pero después nos dimos cuenta que es el que usan los que alojan en este sector para subir el Austria por la ruta normal, desde acá pueden conectar el sendero más conocido sin necesidad de ir a darse la vuelta al otro extremo de la laguna. Incluso vimos algunas personas que iban en esa dirección.
A nosotros nos sirvió para ganar algunas decenas de metros, pero después teníamos que desviarnos, rodear toda la base del Austria para alcanzar la cara sur, y desde ahí, si todo salía bien, subir directo a la cumbre.
El traverse para alcanzar la zona de nieve no nos dio dificultades, el terreno fue sencillo y en un par de horas desde la salida de la carpa llegamos a un portezuelo donde se veía de fondo el Cuchillo Khuno, y a la derecha las primeras manchas de nieve que nos indicaban que debíamos comenzar a subir.
No estábamos justo abajo de la ruta que pretendíamos, así que la primera parte subimos haciendo una diagonal ascendente por terreno menos cómodo que por donde veníamos, acarreos sueltos y nieve blanda, pero después de un rato de esfuerzos ya estábamos bajo la pala de nieve por donde queríamos subir, la que había visto desde el camino durante la aproximación, y desde la cumbre del Cuchillo algunos días atrás...
Era hora de comenzar a subir de manera directa.
Foto: Bajo la cara sur del Austria. |
La nieve estaba blandengue, y de una pendiente respetable, pero subimos cramponeando tranquilos y sin mayores inconvenientes, era una muy buena sensación estar en un terreno del que no sabíamos nada previamente, y aunque la ruta se mostraba evidente, el tema de fondo era que siempre se puede innovar incluso donde pareciera que ya no se puede inventar nada...
Continuamos la subida con algún descanso, íbamos buscando las palas de nieve entre afloramientos rocosos, la piedra estaba muy suelta en general, pero la nieve blanda tampoco ayudaba mucho, así que avanzábamos entre huellas profundas en el manto blanco y algunas trepadas bastante expuestas por espolones rocosos. De vez en cuando se sentía alguna piedra pasar, el sol ya daba desde temprano en la parte superior.
Al rato estábamos en el tercio superior de la cara, mirando bien por donde salir, ya que un error aquí nos podía dejar en terreno complicado. Al final fuimos haciendo una pequeña diagonal a nuestra izquierda, acercándonos al filo que viene desde el portezuelo que separa el Cuchillo Khuno del Austria, acá había más nieve y la pendiente era mayor. La salida al filo la hicimos por una corta canaleta de fuerte pendiente y nieve blanda, con algún resalte rocoso y con algo de hielo. Fue entretenido este tramo.
Foto: Fernanda en la cara sur del Austria… |
Foto: Saliendo al filo. |
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Foto: Cerca de la cumbre. |
Foto: Cumbre. |
Y logramos salir al filo. Con un último esfuerzo a la salida de la canaleta nos llegó el sol en la cara, el que había quedado escondido por las rocas en el tramo final. Estábamos alegres, faltaba para la cumbre, pero la ruta del filo sabíamos que, si se había hecho antes, solo quedaba rematar el nuevo itinerario.
El último tramo fue fácil pero también entretenido, algunas pasadas más aéreas y una que otra trepada amenizaron el trayecto, y luego de pocos minutos llegamos a la cumbre del Austria, la que años atrás fue mi primera cumbre en tierras bolivianas, era ahora también la primera para Fernanda.
Llegamos a buena hora y con un día esplendido, así que estuvimos bastante rato aprovechando, además, que no había nadie. Después comenzó a llegar un grupo comercial gigante de mexicanos metiendo mucho ruido, más sus guías, y rematando con un Dron. Decidimos bajar.
Para el descenso usamos la fácil ruta normal, al llegar al portezuelo entre el Austria y el Wana Anaki bajamos un poco en dirección al valle vecino, para reconocer el terreno para un posible intento al Eslovenia. Luego regresamos al portezuelo y terminamos la bajada hacia el campamento.
Día feliz.
Autor: Elvis Acevedo Riquelme.
Cronología de las ascensiones del grupo al cerro Austria:
Julio del 2012: Elvis Acevedo, Juan Carlos Caro y Claudio Correa. (Ruta Normal)
Julio del 2014: Ricardo Hernández, Jaime Wastavino y Claudio Correa. (Ruta Normal)
Julio del 2024: Fernanda Weinstein y Elvis Acevedo. (Nueva Ruta Cara SE)
“No necesito ningún motivo especial para estar en la montaña, solo o en compañía, con estar ahí es suficiente…”
Francisco Bertrand.